Comúnmente se definen a los mamíferos como aquellos animales que tienen como características generales, el cuerpo cubierto de pelo (es un anexo tegumentario) y con glándulas lactógenas, o sea para la producción de leche que es el alimento primario y principal de sus crías cuando estas nacen.
En la actualidad se ha descubierto una clase de pez que “amamanta” y sucede durante el desarrollo de sus crías, las que tienen un proceso embrionario o sea en el interior del cuerpo materno.
El descubrimiento fue establecido por biólogos de la Universidad de Copenhague, Dinamarca. El equipo está dirigido por el profesor Peter Skov y la investigación fue publicada en el Journal of Experimental Marine Biology and Ecology (Revista de Biología y Ecología Marina Experimental).
La noticia llegó el 29 de septiembre del 2.010 y el raro pez en cuestión es un zoarcido (Zoarces viviparus) que utiliza folículos ováricos para amamantar a sus crías, esto permitiría explicar cómo puede esta especie dar origen a muchas crías vivas (entre 30 y 400 crías) y de tamaño desarrollado (de dimensiones entre 3 a 5 centímetros de longitud).
Durante la disección de una hembra se descubrieron los embriones adheridos a los folículos ováricos, lo que quizás se aplica a otros peces.
El hábitat de los zoarcidos se encuentra en aguas litorales del Canal de la Mancha hasta el Mar Báltico en el Noroeste de Europa, también en el Mar Blanco del Polo Ártico.
En los zoarcidos, el óvulo es producido y madurado en el ovario con los folículos, pero la fecundación y gestación se llevan a cabo en el “saco gestacional o embrionario”, de este toman los primeros alimentos y cuando se agotan se adhieren con sus bocas a los folículos ováricos, el cual posee un canalículo por donde destilan los nutrientes (entre ellos se cuentan proteínas, ácidos grasos y glucosa, también oxígeno para la respiración branquial). Cada embrión se adhiere a un único folículo lo cual asegura la distribución equivalente de nutrientes.
Otros de los vertebrados que también amamantan son las aves, el ejemplo se da en las palomas, cuyas crías introducen su pico hasta la garganta del adulto para tomar la leche secretada por el buche.
El buche de las palomas secreta leche a partir de glándulas especiales que se tornan activas en la época reproductora bajo la influencia de una hormona, la prolactina, que se ha obtenido cristalizada y es de naturaleza protéica.
La prolactina provoca la regresión de los testículos y ovarios y la involución de los caracteres sexuales secundarios, pero induce el comportamiento maternal de la hembra. Su acción es comparable a la de la hormona galactógena de la hipófisis de los mamíferos.
Prof. Alejandro Vaccari