miércoles, 4 de agosto de 2010

Los huesos y su relación en el desarrollo de la diabetes.

Nueva York, 26 de Julio de 2010.


Dos nuevas investigaciones realizadas en Estados Unidos aportan un dato curioso pero importante: el esqueleto tiene un papel en la regulación de la glucosa en la sangre y podría ser la causa subyacente de la diabetes.



La razón sería una hormona derivada de los huesos, llamada osteocalcina, y su vínculo con la insulina, según informa la BBC en su sitio en internet. Esta hormona puede "encender" la producción de insulina en el páncreas, mejorando la capacidad de otras células de absorber glucosa de la sangre.

En uno de los estudios, hecho en ratas por la Universidad de Columbia, se observó que la descomposición de hueso envejecido, que ocurre para permitir el crecimiento de nuevo hueso, también ayuda a mantener un nivel sano de glucosa.

La investigación sugiere que en algunos pacientes la diabetes podría ser provocada por cambios en el esqueleto. Y esta información podría conducir al desarrollo de fármacos que estimulen el vínculo entre osteocalcina e insulina.

En el segundo estudio, también publicado en Cell, los investigadores del Instituto Médico Johns Hopkins descubrieron que la insulina es necesaria para el desarrollo normal de los huesos y esta hormona, dicen, puede ser el vínculo entre la salud ósea y las enfermedades metabólicas como la diabetes.


                                   Fibras colágenas en el tejido óseo.


La osteocalcina es una hormona peptídica lineal formada por 49 aminoácidos y producida por los osteoblastos durante la formación ósea, incorporándose dentro de la matriz del hueso. Este péptido tiene una vida media muy corta; se metaboliza en el hígado y el riñón rápidamente. Puede unirse a la hidroxiapatita.


Alrededor del 20% de la osteocalcina sintetizada no se incorpora al hueso, pasando a la circulación sanguínea y pudiendo ser medida en el plasma. En mujeres normales y en mujeres con osteoporosis, los niveles de osteocalcina correlacionan positivamente con el cociente de formación ósea, medida por histomorfometría.


 
Se observan incrementos de osteocalcina en aquellas patologías donde hay un incremento de la formación del hueso o, lo que es lo mismo, un aumento en la actividad osteoblástica. En estos casos las concentraciones de osteocalcina correlacionan bien con otros marcadores como la fosfatasa alcalina y la histomorfometría ósea. También aumenta en la insuficiencia renal aguda, dado su metabolismo renal.




                                                                Matríz ósea.


Utilidad clínica: es la de marcador del metabolismo óseo (formación y remodelación ósea).

Un aumento en los niveles de osteocalcina puede indicar:

• Enfermedad de Paget (osteítis deformante).

• Hiperparatiroidismo.

• Hipertiroidismo.

• Osteomalacia.

• Osteodistrofia renal y acromegalia.

• Metástasis óseas (ocasionalmente).

                                     Tejido óseo compacto.




• Recuperación de fracturas óseas.

• Osteoporosis.

• Insuficiencia renal crónica.




En cambio, un descenso puede indicar:

• Hipotiroidismo.

• Hipoparatiroidismo.

• Déficit de hormona de crecimiento.

• Cirrosis biliar.


                                  Femur y trazado del tejido óseo siguiendo líneas de tensión.